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RESUMEN: El uso de libros con
ilustraciones en relieve, visuales y táctiles, potencia el desarrollo de la
percepción háptica en los niños con baja visión, facilitando tanto el acceso
posterior a materiales táctiles más complejos, como la integración educativa y
cultural. El adiestramiento temprano del tacto es esencial para las personas con
baja visión. Los materiales
adaptados, particularmente las ilustraciones que contienen dimensiones visuales
y táctiles, desempeñan
un papel fundamental en el desarrollo de la percepción háptica, facilitando el
acceso posterior
a materiales táctiles más complejos. Los autores exponen su experiencia en la
investigación y
diseño de libros ilustrados en relieve, destinados preferentemente al público
infantil, en el Departamento
de Materiales en Relieve del Centro de Producción Bibliográfica de la ONCE en
Barcelona.
Especifican los criterios para la composición de textos en braille y macrotipo,
y para la realización
de ilustraciones en relieve, con texturas y color. Concluyen relatando las
ventajas derivadas
del uso de estos libros entre las que destacan su carácter polivalente e
integrador.
INTRODUCCIÓN
El mundo que nos rodea tiende cada vez más
hacia un incremento del uso de medios de comunicación
audiovisuales. Pero en concreto la parte
de comunicación puramente visual está sufriendo
una potenciación inusitada. La transmisión de
información a través de imágenes en lugar de texto
es cada día más comente. Los libros escolares
cada vez presentan más gráficos y fotografías, lo
mismo ocurre con las instrucciones de funcionamiento
de muchos aparatos, en publicidad, en las
revistas... todo en detrimento de la palabra como
principal vehículo comunicador. La sentencia
«una imagen vale más que mil palabras», hoy es
más válida que nunca. Este hecho representa una
grave desventaja entre las personas con problemas
de visión, pues es de todos sabido las dificultades
que entraña la representación en relieve de
ilustraciones y gráficos.
El objetivo de este trabajo es poner énfasis en
la importancia de un temprano adiestramiento de
las personas con problemas de baja visión en el
terreno del uso del tacto como vehículo que aporta
información adicional o de asistencia al sentido
de la vista en procesos cognitivos. Este temprano
adiestramiento mediante ilustraciones en relieve
texturizadas y a todo color facilitará procesos
posteriores de acceso al sistema de lectoescritura
braille, interpretación de gráficos, mapas y planos
en relieve. Por ello se indicarán los criterios de
diseño de ilustraciones consideradas en el Departamento
de Materiales en Relieve del Centro de
Producción Bibliográfica (CPB) de la Organización
Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en
Barcelona. Estas conclusiones son fruto de las
experiencias realizadas en dicho departamento
durante sus 14 años de funcionamiento.
RECONOCIMIENTO MEDIANTE LA VISIÓN DE OBJETOS
Existen numerosas teorías respecto al proceso
de asignación de los estímulos visuales a representaciones
mentales con significado, pero no se
ha llegado a una unanimidad de criterios dentro
de la comunidad científica. No obstante se puede
observar una serie de premisas que son constantes
en todas ellas:
-
La existencia de plantillas o patrones almacenados
en la memoria que se han ido adquiriendo
con el aprendizaje y la maduración del
individuo.
-
Estos patrones no parecen ser fieles fotografías
de la realidad, sino que más bien
presentan unos rasgos generales característicos
de los objetos, de manera que la
concordancia entre el estímulo visual y el
patrón no tiene por qué ser exacta, sino que
parece estar basada en un análisis de características
más generales, pero específicas
del objeto. La identificación será efectiva
aunque variemos los estímulos visuales
percibidos de un mismo objeto (su luminosidad,
orientación, tamaño o color). Podemos
identificar ilustraciones pese a que
aparezcan incompletas, se representen en
forma de dibujo o fotografía. De esta manera
se puede identificar las diferentes letras
pese a que la tipografía en que se representan
sea distinta.
Con ello concluimos que estímulos visuales
diferentes nos llevan a identificar conceptos mentales
iguales mediante un juego de asignación
simbólica entre estímulos y representaciones
mentales gracias a un proceso de aprendizaje.
RECONOCIMIENTO MEDIANTE LA VISIÓN DE OBJETOS RECONOCIMIENTO MEDIANTE EL TACTO DE
OBJETOS
El sentido del tacto proporciona información
útil y precisa sobre las superficies de los objetos y
sobre los objetos mismos. Se convierte, junto con
el sentido del oído, en el principal canal de entrada
de información en personas que carecen de visión.
Al igual que ocurre con la vista el sentido del
tacto necesita un proceso de aprendizaje para
capacitar al individuo en el reconocimiento efectivo
de objetos mediante un examen táctil activo
de formas, texturas, dureza, etc. Pero la agudeza
táctil es menor que la agudeza visual; por un lado
se hace difícil reconocer con detalle figuras muy
pequeñas, por otra parte el sistema de exploración
háptico es secuencial. dado que en cada instante
temporal sólo una parte del objeto puede estar en
contacto con la piel, por lo tanto figuras muy
grandes necesitan más tiempo para ser exploradas
con definición que si las percibimos con la visión
de una forma global.
Sin embargo de ninguna manera se puede considerar
que se trata de un sentido menor, ya que
hay características de los objetos que sólo pueden
ser apreciadas por el tacto. Textura, temperatura,
dureza, peso, son propiedades locales más salientes
mediante el tacto que las propiedades globales
forma y tamaño, que se aprecian más fácilmente
por la visión. Estas últimas características precisan
de otros movimientos exploratorios táctiles, que por su naturaleza global son
más lentos de
ejecución.
En cuanto a la asignación de patrones a estímulos
hápticos para identificar objetos, el proceso
se complica, dado que la base de datos hápticos
almacenada en la memoria es menor que la
base de datos visuales. Existe un número muy
elevado de objetos en nuestro entorno que podemos
ver gracias a fotografías, programas de televisión...
pero que difícilmente llegaremos a
tocar.
El acto de tocar implica un contacto físico
directo con el objeto. Por ello una vía para la
incorporación de ciertos conceptos a la memoria
de personas con problemas graves de visión es la
representación en relieve de dichos conceptos, ya
sea de forma global o de sus diferentes componentes
mediante la técnica más adecuada (maqueta,
plano, parcialización de elementos...) unido a
la explicación y descripción mediante la palabra,
ya sea oral o por escrito.
RECONOCIENDO OBJETOS UTILIZANDO LA VISIÓN Y EL TACTO
De los apartados anteriores concluimos que el
tacto y la vista no son sentidos de percepción
necesariamente redundantes, más bien complementarios,
pese a que algunas características del
objeto se puedan percibir mediante ambos. Es por
ello que proponemos como hipótesis de trabajo la
elaboración de un tipo de ilustraciones que reúnan
los beneficios de ambos canales para facilitar
a las personas con baja visión sus procesos perceptivos.
Es decir nos referimos a ilustraciones
que contengan tanto una dimensión visual como
una dimensión táctil.
CRITERIOS DE DISEÑO DE UN LIBRO ILUSTRADO EN RELIEVE
Partiendo de las consideraciones anteriores el
departamento de Materiales en Relieve del Centro
de Producción Bibliográfica de la ONCE
(CPB) ha realizado diferentes proyectos encaminados
a la producción de libros destinados al
público con problemas de visión. Se trata de
publicaciones infantiles en las que el texto aparece
tanto en sistema braille como en macrotipos en
tinta, ilustradas en relieve y a todo color. Intentaremos
resumir los criterios generales aplicados en
el diseño de los libros, teniendo en cuenta que se
mantienen pese a la introducción de nuevas tecnologías
que están revolucionando las posibilidades
de diseño y producción de productos.
Texto
El primer elemento de análisis es el texto, que
debe aparecer en sistema braille y en macrotipos
en tinta (generalmente consideramos un tamaño a
partir de 24 o 26 puntos), utilizando tanto mayúsculas
como minúsculas. Es preferible emplear
una tipografía sencilla y con letras separadas (sin
imitar la escritura manual). Es importante utilizar
un color de impresión en tinta muy contrastado
con el fondo, que es preferible que sea liso, sin
degradados ni dibujos tramados que puedan distraer
la atención o distorsionar la identificación
del texto.
El objetivo de este criterio es hacer un libro
polivalente, dirigido tanto a personas con resto
visual, como para ciegos. Se recomienda que la
distribución del texto en braille y en tinta sea de
manera que la persona que lea en braille no oculte
con sus dedos el texto en tinta, que podrá ser seguido al mismo tiempo por una
persona vidente
o con resto visual, destacando el carácter integrador
de estos proyectos.

En el CPB se trabaja
fundamentalmente
en dos líneas:
libros con forma
y libros ilustrados
interiormente
con figuras
en relieve.
En este caso, el título
es «La rana sabia» y
la forma del libro
complementa
su contenido.

En otros casos
como en este cuento titulado
«La bola» se mezclan
ambas técnicas: la forma
y la ilustración interna.
Este libro, además, permite
doblar y «esconder» los brazos
y las piernas del personaje,
transformándose en una
auténtica «bola».

Se han realizado
con éxito libros
troquelados
en parte. En este
caso se presenta
el atractivo
de la caperuza
(de tela) que debe
quitarse de la cabeza
para poder leer
el libro y que pueda
cumplir también
la función
de marcapágina.
Ilustraciones
El segundo elemento es la ilustración en relieve,
texturizada y a todo color.
El primer punto a considerar es la cantidad de
ilustraciones que se deben incluir. Hay que tener
en cuenta que su volumen es mayor que el de una
ilustración sobre papel y, considerando que se destinarán
a un público infantil, no podemos permitir
libros de un tamaño muy grande, ya que sería
incómodo para el lector. No se puede determinar
un número máximo de ilustraciones recomendable,
ya que variará en función de las técnicas utilizadas
para su producción, la cantidad de páginas
de texto, el tipo de libro (escolar, lúdico...)
Si no es posible incluir una serie de ilustraciones
en el libro, bien sea debido al tema, al espacio,
etc., en algunos proyectos recomendados
para lectores con más experiencia hemos optado
por ilustrar tan solo la portada.
Diseño de las ilustraciones
El siguiente punto a tener en cuenta es el diseño
de las ilustraciones. Las características que
analizamos a la hora de diseñarlas son:
— Tamaño. El tamaño óptimo comúnmente
aceptado es el que pueda abarcar las dos
manos del usuario. Pero hay que recordar que
no es el mismo para un niño de seis años que
para un adolescente de diecisiete, por ello es
necesario tener presente a quién está dirigido
el producto. Los elementos simples que contiene
la ilustración deben respetar el tamaño
mínimo del signo generador braille (los seis
puntos) para que la percepción sea eficiente.
—
Forma. En cuanto a la forma de las figuras el
criterio general es el de simplificar los detalles
y seleccionar el elemento más relevante
para la identificación de la misma, siempre
que sea posible. De esta manera nos alejamos
de una representación fotográfica, centrándonos
en lo esencial para identificar la figura.
El método se podría asimilar a los patrones
mentales de las percepciones visuales, pero
más concretos, intentando reproducir características
comunes a la mayoría de objetos de
la categoría representada. El resultado final
del proceso de concreción o simplificación,
visualmente se asemeja a imágenes cercanas
a la abstracción.
El contorno de la figura debe ser nítido,
intentando no solapar objetos, puesto que
representar el concepto de perspectiva en
relieve es difícilmente comprensible.
-Color. El color es el aspecto más visual del
proceso de diseño. Las formas vienen determinadas
por la dimensión táctil de la ilustración,
limitando la dimensión visual respecto
a diseños dirigidos a un público vidente (trabajo
en dos dimensiones, simplificación de
contornos, eliminación de perspectivas...) El
color también sufre algunas limitaciones.
El objetivo prioritario no es sólo estético o
informativo (reproducción de colores de los
objetos tal como aparecen en el mundo real),
sino más bien orientativo. Se trata de colores
planos, que sean fácilmente reconocibles
mediante contraste de tonos. Corresponden a
superficies limitadas por un contorno en
relieve identificable al tacto, que en algunos
casos también se colorea en negro. Si la ilustración
lo permite el estímulo visual se
refuerza con el estímulo háptico proporcionado
por la textura que hemos asignado a una
superficie, que unido al contorno en relieve
facilita considerablemente la identificación
de los objetos representados en personas con
resto visual.
- Textura. Una de las características fácilmente
reconocible mediante el tacto es la textura de
los objetos (suaves, rugosos, ásperos...)
Rellenar el contorno de la figura con una
misma textura es una ayuda útil para delimitarla
y facilitar el reconocimiento de la forma.
El problema está en figuras de pequeño
tamaño, ya que la falta de espacio dificulta
en ocasiones la diferenciación entre unas texturas
y otras. No existe un código estandarizado,
no obstante solemos asignar las mismas
texturas para representar determinados
conceptos, creando una especie de código
tácito.
En el juego de asignación hemos intentado elegir materiales que recuerden en
cierto modo la sensación que produce la sustancia representada
y que no pierdan las características táctiles al
aplicarles color:
-
Plástico: sensación fría, lisa, representa la
luna, el agua, metales...
-
Papel de lija: sensación áspera, no agradable,
representa el fuego, el sol. los rayos y materias
muy calientes.
-
Corcho: sensación irregular, poca dureza,
representa tierra, montañas, corteza terrestre.
-
Madera: representa árboles y objetos de
madera.
-
Flisón o guata textil: sensación suave y delicada,
representa las nubes, el humo, los sueños.
El código no es cerrado, ya que la investigación
con nuevos materiales puede provocar
ampliaciones y cambios en el juego de asignación
si se encuentran soluciones más satisfactorias, lo
que lleva a una continua revisión.
El resultado final del producto es una combinación
de las directrices mencionadas y la creatividad
del ilustrador al aplicar las diferentes técnicas
de que dispone: serigrafía para la impresión en
color, termoconformado para el relieve y collage
para las texturas. Una de las técnicas utilizadas
con más aceptación es la de incluir piezas móviles
en las ilustraciones. Objetos integrados en la
creación con mecanismos que los niños, además
de palpar y reconocer, puedan accionar y manipular.
Es el libro-juguete.

También resultan
muy atractivas
al tacto las tapas cuando
pueden identificarse por sus
relieves y texturas.
Este título presenta
la particularidad de tener
sus dos cubiertas con detalles
en relieve. Los libros
para los más pequeños llevan,
también, el texto en tinta
(en macrotipos), además
de hacerlo en braille.

Ejemplo
de ilustración
interior en relieve.
Los colores, y esto
vale para todos
los libros, cumplen
una doble función:
motivadora para
los deficientes
visuales y como
factor coadyuvante
a la integración
familiar y social
del niño ciego.
CONCLUSIONES
Las principales ventajas observadas en el uso
cotidiano del libro ilustrado son:
Las ilustraciones hacen más atractivos los
libros infantiles en general, y también entre el
público infantil con problemas de visión. La ilustración
en relieve facilita la aproximación al sistema
braille de lectura en forma de juego. El
hecho de ser libros polivalentes e integradores
ayuda a vencer barreras psicológicas asociadas a
las disfunciones visuales, facilitando la integración
en el colegio, permitiendo al niño con problemas
de visión compartir su realidad con los compañeros de clase. Igualmente facilita
la integración
en su entorno familiar; unos padres con
baja o nula visión pueden leer cuentos con sus
hijos videntes, de la misma manera que personas
videntes con poco conocimiento del sistema braille
pueden leer historias con niños con problemas
de visión.
El entrenamiento temprano en la percepción
háptica facilita el posterior reconocimiento de
formas y texturas, simplificando la accesibilidad
a otros materiales táctiles.
La combinación de color, textura y relieve en
las ilustraciones agiliza la percepción en personas
con residuo visual al combinar dos canales de
inputs estimulares (visión-tacto). Este método se
puede hacer extensible a la adaptación de otros
materiales como maquetas, planos, mapas, gráficos,
sistema de lectoescritura braille, etc.
Tras aplicar estos criterios de forma sistemática
en nuestros proyectos hemos constatado una
mejor aceptación de los materiales que más se
acercan a los patrones reseñados. De hecho, se ha
consolidado el mercado del libro ilustrado en
relieve, y la tendencia es a un rápido aumento de
la demanda. De todos modos somos conscientes
de que es un camino donde todavía queda mucho
por explorar.
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Barcelona (España).
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in
INTEGRACIÓN
REVISTA SOBRE CEGUERA Y DEFICIENCIA VISUAL
Número 33, 2000
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