Filiberto Ugarte Rodríguez

Helen Keller e Anne Sullivan
-
Introducción
En el presente artículo se hace énfasis sobre la importancia de estudiar los
diversos aspectos del lenguaje en las personas con discapacidad, pues con los
resultados de dichos estudios podríamos comprender más claramente algunos
fenómenos del lenguaje que hasta hoy son controvertidos o han sido poco
estudiados.
Puesto que sería demasiado extenso englobar y analizar todas las
discapacidades, en este artículo he elegido ocuparme de las discapacidades
sensoriales, específicamente de la sordera, ceguera y sordoceguera, ya que me
siento más familiarizado con las discapacidades de tipo sensorial.
Como es obvio, con este trabajo no pretendo hacer una exposición completa del
lenguaje en relación a estas tres discapacidades. El principal fin de este
trabajo es hacer una breve introducción sobre algunos aspectos lingüísticos
relacionados con la sordera, ceguera y sordoceguera, a fin de que los lingüistas
queden incentivados para hacer investigaciones sobre el lenguaje en los sordos,
ciegos, sordociegos y también en las personas con otras discapacidades.
Así pues, en este artículo se analizan las siguientes dos preguntas:
¿Qué entendemos por lenguaje? y ¿qué sucede con la adquisición del lenguaje
cuando faltan uno, dos o más sentidos?
Es necesario decir que para hacer este trabajo no sólo me he basado en mi
experiencia y en la bibliografía, sino que también he visitado colegios y
asociaciones para niños y adultos con ceguera, sordera y sordoceguera y me he
comunicado con 3 investigadores que estudian las lenguas de señas, quienes
gentilmente respondieron a mis preguntas mediante correo electrónico. Dichos
investigadores son: Wendy Sandler, de la universidad de Haifa en Israel;
Laura-Ann Petito, del "Dartmouth College" en los Estados Unidos de América; y
Onno Crasborn, de la universidad de Nijmegen en Holanda. A ellos les estoy muy
agradecido. Asimismo, a todo el personal de los colegios y asociaciones que he
visitado y a todos los que amablemente respondieron a mis preguntas, ya sea
personalmente o mediante correo electrónico, les expreso mi más sincero
agradecimiento.
Así pues, este trabajo va dirigido a los lingüistas y a todas las personas
interesadas en el estudio del lenguaje, y espero que al leerlo, queden motivados
para hacer investigaciones sobre los distintos aspectos del lenguaje en las
personas con discapacidad.
1. Datos importantes para la comprensión de este artículo
Podemos decir que una persona con discapacidad es "aquella que tiene una o
más deficiencias evidenciadas con la pérdida significativa de alguna o algunas
de sus funciones físicas, mentales o sensoriales, que impliquen la disminución o
ausencia de la capacidad de realizar una actividad dentro de formas o márgenes
considerados normales, limitándola en el desempeño de un rol, función o
ejercicio de actividades y oportunidades para participar equitativamente dentro
de la sociedad". (1)
Así pues, según esta definición, una persona con discapacidad puede ser un
sordo, un ciego, un sordociego, una persona con retardo mental, etc.
Como veremos, es importante que los lingüistas hagamos investigaciones sobre
los diversos aspectos del lenguaje en las personas con discapacidad, ya que los
resultados de dichas investigaciones nos harían comprender más claramente los
fenómenos lingüísticos que hasta ahora son controvertidos, e incluso, con dichos
resultados podríamos confirmar, modificar o desechar las teorías lingüísticas
que actualmente se manejan, y hasta podríamos crear teorías nuevas.
Por ejemplo, Lenneberg estudió el caso de un niño que presentaba una
discapacidad que prácticamente le impedía producir sonidos articulados y apenas
podía pronunciar unas cuantas palabras que solamente eran entendidas por las
personas más allegadas a él. Sin embargo, dicho niño podía comprender muy bien
el lenguaje hablado; (2)
entonces, dicho caso es una evidencia
de que la capacidad para la comprensión de las oraciones puede desarrollarse
aunque no se logre la producción del habla. Y como veremos a continuación, el
estudio del lenguaje en las personas con discapacidad puede contribuir al
desarrollo de la Lingüística.
2. La lingüística y los sordos: las lenguas de señas
Es interesante que analicemos qué sucede con el lenguaje cuando falta el
sentido del oído. Para esto, primeramente debemos preguntarnos: ¿qué entendemos
por lenguaje?
Según una definición clásica, el lenguaje es "la capacidad propia de la
especie humana para comunicarse por medio de un sistema de signos vocales".
(3)
Esto puede parecernos muy obvio, sin embargo, podemos advertir que en el caso
de personas con discapacidad, como pueden ser los sordos o sordociegos, el
lenguaje no necesariamente se manifiesta mediante un sistema de signos vocales.
Por ejemplo, si pensamos en las lenguas de señas, con las que se comunican los
sordos, podemos replantear la clásica definición del lenguaje arriba mencionada,
diciendo por ejemplo que el lenguaje es la "facultad privativa del hombre para
la expresión de pensamientos y afectos",
(4) entendiendo que
dicha facultad puede manifestarse en lenguas orales o no orales. De hecho,
podemos pensar en muchas otras definiciones del lenguaje, pero sea cual fuere la
definición que analicemos, es lícito considerar que la facultad del lenguaje
también puede manifestarse en lenguas no orales, es decir, en lenguas de señas.
Entonces, si tenemos en cuenta que el lenguaje es la facultad para expresar
el pensamiento mediante lenguas, y que las lenguas pueden ser orales o no
orales, es natural que consideremos que las lenguas de señas también son el
fruto de la facultad humana del lenguaje. Por esto, las asignaciones de
"lenguaje oral", "lenguaje de señas", "lenguaje escrito", etc., servirían
solamente para designar que la facultad del lenguaje puede manifestarse mediante
signos orales, gestuales, gráficos, etc.
Quizá más de una vez nos hemos preguntado si las lenguas de señas realmente
son lenguas. Como veremos, esta interrogante ya parece formar parte del pasado,
pues las lenguas de señas están reconocidas, no sólo por los lingüistas
modernos, sino también por los gobiernos de muchos países. De hecho, muchos
investigadores estudian y analizan las lenguas de señas. Así, Steven Pinker
escribe: "Contrariamente a lo que nos dice la sabiduría popular, los lenguajes
gestuales no son simples pantomimas, inventos de educadores o transcripciones
directas del lenguaje oral que se halla en la comunidad. Estos sistemas se dan
allá donde exista una comunidad de sordos, y cada uno de ellos constituye una
lengua específica y completa, con todos y cada uno de los componentes de las
gramáticas típicas de las lenguas orales. Por ejemplo, el Lenguaje de Signos
Americano (ASL), que es el que emplea la comunidad de sordos de los Estados
Unidos, no se parece ni al inglés hablado ni al Lenguaje de Signos Británico,
sino que dispone de sistemas de concordancia y de género que hasta cierto punto
son parecidos a los del navajo o el bantú".
(5)
Como se sabe, no hay una lengua de señas universal, sino que, al igual que
sucede en las lenguas orales, cada comunidad, país o región tiene su propia
lengua de señas. De hecho, hay países en Latinoamérica donde las lenguas de
señas ya están reconocidas; así, en el artículo 53 de la Constitución Política
de la República del Ecuador de 1998 se menciona a la "lengua de señas
ecuatoriana"; en la legislación del Uruguay, existe la ley 17.378, que reconoce
a la "lengua de señas uruguaya".
Por otra parte, pasaríamos por anticuados si estudiamos una lengua de señas
solamente para determinar si es inferior o superior a las lenguas orales. Lo que
es propio de nuestro tiempo es considerar a la lengua de señas, no como un
sistema limitado de comunicación, sino como el resultado del triunfo de la mente
humana ante la falta del sentido del oído, pues en este caso el lenguaje no
queda bloqueado, sino que puede manifestarse a través de una lengua de señas.
Como es sabido, las lenguas de señas son estudiadas y analizadas en los
departamentos de lingüística de muchas universidades, tales como la universidad
de Gallaudet en los Estados Unidos de América, la universidad de Manitova en
Canadá, la universidad de Nijmegen en Holanda, etc. Asimismo, actualmente ya
existe la llamada "lingüística del lenguaje de señas" (Sign Language Linguistics)
y las investigaciones indican que las lenguas de señas poseen los mismos
componentes que se pueden hallar en cualquier gramática.
(6)
Para acabar esta sección, es necesario que hablemos brevemente de los
alfabetos manuales, llamados también alfabetos dactilológicos, porque cada letra
se forma según las distintas posiciones que adquieren los dedos de una o ambas
manos. En muchos países las letras se hacen con una sola mano, mientras en otros
se emplean las dos. Se puede recurrir al deletreo manual para expresar un
concepto que no está representado por una seña, para designar nombres propios,
para enseñar a un sordo las palabras de la lengua oral, etc. Los alfabetos
manuales varían según los países y se usan sólo restringidamente, pues a un
sordo le resulta mucho más cómodo expresar un concepto mediante una seña
determinada en lugar de hacerlo mediante el deletreo. Sin embargo, como veremos,
para un sordociego el alfabeto dactilológico puede ser la única opción de
comunicación.
También hay que tener en cuenta que el término "sordomudo" actualmente se
considera arcaico, y además, dicho término no es bien recibido por las personas
sordas, pues el verdadero mudo es aquel que no puede hablar, y es obvio que los
sordos tienen la capacidad para comunicarse mediante el habla. Sin embargo,
también es importante que se valore cada lengua de señas, pues es el medio de
comunicación natural que se da en cada comunidad de sordos y es una
manifestación importante de su cultura. Por tanto, es necesario que los
lingüistas investiguemos las lenguas de señas en todos sus aspectos.
3. La Lingüística y los ciegos
Es bien conocido que los ciegos pueden hablar y comunicarse con los demás sin
ninguna dificultad. Hay ciegos de nacimiento que son locutores de radio, y al
oírlos nadie se da cuenta de que son ciegos a menos que hablen de su ceguera.
Como es obvio, el hecho de que los ciegos tengan éxito en la adquisición
lingüística nos hace pensar en el carácter innato del lenguaje; sin embargo, hay
niños ciegos que presentan problemas en su desarrollo lingüístico, y si pensamos
en dichos niños, nos podemos percatar de que muchos de estos problemas se deben
a la inadecuada interacción que sus familiares han tenido con estos niños, y
esto también nos puede hacer pensar en la importancia de la interacción social
en el desarrollo del lenguaje. Así, Pérez Pereira y Castro (1994) estudiaron el
caso de un niño ciego al que dieron el nombre ficticio de César, que a los 4
años todavía no había adquirido el lenguaje y presentaba un comportamiento
parecido al de los niños autistas. Según refieren dichos autores, los padres de
este niño no aceptaban su ceguera y no le daban el afecto necesario, por lo que
el niño se había criado muy aislado y su interacción con los demás no había sido
adecuada. Por esto, aunque hay muchos autores que han estudiado el lenguaje en
los niños ciegos, (7)
es muy importante que se sigan haciendo
investigaciones a fin de que comprendamos más claramente cómo se desarrolla la
adquisición lingüística cuando falta el sentido de la vista.
Por otra parte, es necesario aclarar que el Braille no es una lengua, sino
que es un sistema con el que los ciegos leen y escriben; con el Braille no
solamente se representan las letras del alfabeto, sino que además se pueden
escribir números, símbolos matemáticos, partituras musicales, etc. Entonces, el
Braille es un sistema que los ciegos usan en la lecto-escritura y no es ninguna
lengua en particular.
Asimismo, es obvio que en los ciegos de nacimiento o en las personas que han
perdido la vista a muy temprana edad, el concepto de los seres y objetos está
desprovisto de imágenes visuales, y esta idea ha impulsado a muchos a decir que
en el lenguaje de los ciegos se da un alto grado de verbalismo. (Llámase
verbalismo a la propensión a dar más realce a las palabras que a los conceptos).
Sin embargo, al estudiar el verbalismo en los niños escolares ciegos de 4 a 7
años, pude observar que el verbalismo en sus diferentes tipos, era menor de lo
que se podría esperar. Además, se puede decir que los diferentes tipos de
verbalismo (salvo el caso de la ecolalia crónica) no influyen significativamente
en el lenguaje. (8)
Sin duda, la falta de las imágenes visuales trae limitaciones en el
conocimiento físico de las cosas, pero esta limitación no parece afectar al
lenguaje en sí mismo; por esto, podemos formularnos la siguiente pregunta, que
aunque no es nada nueva, no deja de ser interesante: ¿por qué la adquisición del
lenguaje puede lograrse aunque falte el sentido de la vista? De hecho, si
pensamos en una respuesta para esta interrogante, podremos comprender mejor qué
aspectos son realmente imprescindibles para la adquisición del lenguaje en el
ser humano.
4. La Lingüística y los sordociegos
La sordoceguera es "una discapacidad multisensorial que impide a la persona
valerse de los sentidos del oído y de la vista. No necesariamente ha de ser una
pérdida total de los dos sentidos. El grupo de sordociegos totales es muy reducido,
aproximadamente de un 5 a un 10 % del total del colectivo de personas
sordociegas, así pues, la mayoría de los sordociegos poseen algún resto auditivo
y/o visual". (9)
La sordoceguera puede ser congénita o adquirida. Asimismo, los ciegos que
luego han perdido el oído y los sordos que posteriormente han perdido la vista
también son considerados sordociegos. Como podemos observar, la sordoceguera es
una discapacidad que difiere de la sordera y de la ceguera, pues las
limitaciones de un sordociego no son iguales a las de un sordo ni a las de un
ciego.
Considerando todo esto, podemos preguntarnos cómo se manifiesta el lenguaje
cuando faltan simultáneamente la vista y el oído. Es interesante que analicemos
los casos de personas como Laura Bridgman y Helen Keller.
Laura Bridgman, nació en 1829 en Hanover, N. H. Estados Unidos. Cuando tenía
dos años perdió la vista, el oído, el olfato y gran parte del gusto debido a la
fiebre escarlatina. En 1837, Samuel Howe, director de la Institución Perkins
para Ciegos en Boston, (10)
se hizo cargo de la educación de
la niña, encomendando también este trabajo a algunas personas que trabajaban con
él. Primeramente se procedió a hacer etiquetas y en cada una de ellas se
imprimió, en letras en relieve, el nombre de un objeto determinado (cama, silla,
cuchara, tenedor, etc). Luego se procedió a pegar cada etiqueta al objeto
correspondiente; de este modo la niña pudo comprender que el nombre de cada
etiqueta designaba a un objeto, y en consecuencia, que un concepto podía ser
representado por una imagen táctil. Posteriormente, se le enseñó las letras del
alfabeto dactilológico, y puesto que la niña carecía del sentido de la vista, la
única manera de que percibiera las letras era mediante el tacto. Entonces, se
puede decir que Laura Bridgman fue adquiriendo el idioma inglés, valiéndose
solamente del tacto, y aprendió a comunicarse eficientemente mediante el
alfabeto dactilológico. También llegó a comunicarse por escrito y se conservan
muchas cartas que ella escribió a sus familiares y amigos.
La escritora estadounidense Helen Keller, nacida en 1880, en Tuscumbia,
Alabama, perdió el oído y la vista a los 19 meses de edad debido a una fuerte
fiebre. Durante su infancia casi no se comunicaba con nadie y prácticamente no
tenía idea de lo que era el lenguaje. En 1886, Michael Anagnos, que en ese
entonces era director de la Institución Perkins para Ciegos, encomendó la
educación de Helen Keller a Anne Sullivan, que era exalumna de dicha institución.
Así, en 1887, después de estudiar a fondo el caso de Laura Bridgman, Anne
Sullivan llegó a la casa de los Keller en Tuscumbia, y desde entonces vivió
junto a la niña y fue su maestra inseparable. En poco tiempo, Anne Sullivan le
enseñó a comunicarse mediante el alfabeto dactilológico. Luego, le enseñó a leer
y a escribir en Braille. Años después, Helen Keller consiguió hablar gracias a su propia habilidad y al ingenio de Anne
Sullivan y de Sarah Fuller, directora de la escuela Horace Mann para sordos,
quien le dio las primeras lecciones. Al comienzo de cada lección, Sarah Fuller
pronunciaba y repetía ya sea un sonido o una secuencia de sonidos, mientras la
niña le palpaba los labios y la lengua, a fin de identificar mediante el tacto
la manera de articularlos. Una vez que la niña había conseguido reproducirlos,
Sarah Fuller procedía a enseñarle a articular sonidos nuevos, y así
sucesivamente. Entonces, Helen Keller aprendió a comprender el habla de sus
interlocutores, palpándoles los labios y la garganta ; y después de mucho
esfuerzo y perfeccionamiento, llegó a hablar aceptablemente el inglés, el
francés y el alemán, e incluso llegó a leer libros en dichas lenguas y también
en latín y en griego clásico. Asimismo, solía dar conferencias valiéndose de su
propia voz y escribió muchos libros, tales como "La historia de mi vida", "El
mundo donde vivo", etc.
Aunque los casos de Laura Bridgman y Helen Keller parecen sugerirnos que para
la adquisición del lenguaje, el oído y la vista son menos imprescindibles de lo
que podríamos pensar, debemos tener en cuenta que ambas mujeres no nacieron
sordociegas y que cuando perdieron la vista y el oído ya eran capaces de
pronunciar algunas palabras, que pronto olvidaron. Entonces, nos podemos
preguntar qué hubiera pasado si Laura Bridgman y Helen Keller hubieran nacido
sordociegas. ¿Hubieran tenido el mismo éxito? Sabemos que si los niños
desarrollan la sordoceguera antes de la adquisición del lenguaje, tendrán
mayores dificultades en su desarrollo lingüístico. Así, hay muchos sordociegos
que prácticamente no han adquirido el lenguaje. Por esto, sería interesante que
se hagan investigaciones a fin de conocer más detenidamente hasta qué nivel de
comunicación puede llegar un sordociego congénito.
(11)
Por otra parte, si pensamos en los sordociegos que logran adquirir el
lenguaje o en los que desarrollan la sordoceguera después de la adquisición
lingüística, debemos considerar que cada uno de estos sordociegos puede usar uno
o más sistemas de comunicación para expresar y comprender el lenguaje. Uno de
estos sistemas es la dactilología, que emplearon Laura Bridgman y Helen Keller (en
este caso se usa el alfabeto dactilológico y las oraciones son deletreadas en la
palma de la mano de la persona sordociega). Otro sistema consiste en transmitir
las oraciones al sordociego mediante el alfabeto común, usando el dedo índice
como si se tratara de un lápiz, a fin de hacerle las letras mayúsculas en la
palma de la mano (este sistema es usado generalmente en la comunicación con
sordociegos que antes de perder la vista ya sabían leer y escribir). También un
sordociego puede comunicarse mediante el sistema Braille. Asimismo, hay
sordociegos que se comunican mediante el habla, sobre todo cuando la
sordoceguera se presenta después de la adquisición del lenguaje oral. Algunos
sordociegos pueden usar el método Tadoma, que consiste en comprender el habla de
sus interlocutores, palpándoles simultáneamente los labios, las mejillas, la
mandíbula y la garganta. Asimismo, Los sordos que luego han perdido la vista
pueden seguirse comunicando mediante la lengua de señas, que en este caso debe
ser adaptada de modo que el sordociego la comprenda valiéndose del tacto, y para
esto, el sordociego puede colocar sus manos sobre las del interlocutor que hace
las señas. Incluso, cada sordociego, pensando en su comodidad, puede adaptar su
propio sistema para comunicarse con los demás. Así pues, son muchos los sistemas
de comunicación que cada sordociego puede usar, según su caso y comodidad.
Entonces, es importante que los lingüistas estudiemos cómo se desarrolla el
lenguaje en los sordociegos. También sería interesante que se hicieran más
estudios que nos ayuden a comprender más claramente por qué hay sordociegos como
Helen Keller, que les ha ido tan bien en el lenguaje, mientras hay otros que no
tienen la misma suerte.
5. Conclusiones
Considerando todo lo que se ha expuesto en este artículo, podemos concluir lo
siguiente:
a) El estudio del lenguaje en las personas con discapacidad nos puede dar un
concepto más amplio de la facultad humana del lenguaje. Por ejemplo, las lenguas
de señas usadas por los sordos nos dan la evidencia de que la facultad del
lenguaje no necesariamente queda bloqueada cuando falta el sentido del oído y
que dicha facultad no se manifiesta solamente mediante lenguas orales.
b) Si hacemos más investigaciones sobre los diversos aspectos del lenguaje en
las personas con discapacidad, podremos saber con mayor profundidad cómo
funciona realmente el lenguaje, qué aspectos son verdaderamente relevantes para
su adquisición y qué aspectos son irrelevantes.
NOTAS
1. Artículo Nº2 de la Ley 27050 (Ley General de la Persona con Discapacidad
), Perú. (regressar ao texto)
2. Para mayor información, Véase Lenneberg, Eric Fundamentos biológicos del
lenguaje. p. 342 y sgs. Edición castellana. Alianza Editorial, S. A., Madrid,
1975. (regressar ao texto)
3. Dubois, Jean. Diccionario de lingüística. p. 383. Alianza editorial.
Madrid. 1973. (regressar ao texto)
4. Vox. Diccionario Manual Ilustrado de la Lengua Española. 4.ª edición.
Abril 1979. Bibliograf, S.A. Calle del Bruch, 151. Barcelona.
(regressar ao texto)
5. Pinker, Steven El instinto del lenguaje. Cómo crea el lenguaje la mente.
p. 36-37. Versión española de José Manuel Igoa González. Alianza Editorial 1994.
(regressar ao texto)
6. Para información sobre bibliografía sobre los aspectos gramaticales de las
lenguas de señas, se puede visitar la siguiente página web:
www.sign-lang.uni-hamburg.de/bibweb/. En dicha página, cuyo título en inglés
es International Bibliography of Sign Language, el lector podrá encontrar
referencias de investigaciones o libros de autores que hacen estudios sobre las
lenguas de señas. Entre dichos autores se encuentran William Stokoe, Ceil Lucas,
Wendy Sandler, Diane Brentari, Laura-Ann Petito, Onno Crasborn, Diane
Lillo-Martin, etc. (regressar ao
texto)
7. Para mayor información sobre las distintas investigaciones de autores que
han estudiado la adquisición del lenguaje en niños ciegos, el lector puede
consultar el libro Psicología de la ceguera (compilación de Alberto Rosa y
Esperanza Ochaíta). También se puede consultar el libro El desarrollo
psicológico de los niños ciegos en la primera infancia, por Miguel Pérez Pereira
y Josefa Castro. (regressar ao
texto)
8. En mi tesis, titulada estudio sobre el verbalismo en el habla de los niños
escolares ciegos de 4 a 7 años, expongo y analizo los tipos de verbalismo que
pude encontrar en los niños de la muestra. Asimismo, en el anexo II de dicha
tesis, se podrá encontrar amplios fragmentos de conversaciones espontáneas de
niños ciegos. (regressar ao texto)
10. Esta institución, que fue fundada en la primera mitad del siglo XIX,
actualmente se llama Perkins School for the Blind (Escuela Perkins para Ciegos)
y su página web es: www.perkins.org
. (regressar ao texto)
11. Téngase presente que los sordociegos congénitos pueden poseer cierto
residuo visual o auditivo, y pueden tener otras discapacidades.
(regressar ao texto)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
-
AMERICAN FOUNDATION FOR OVERSEAS BLIND. 1968. Los niños sordociegos y su
educación.
-
CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley General de la Persona con Discapacidad (ley N.º
27050). Perú. Promulgada en 1998 y publicada en 1999.
-
DUBOIS, Jean. 1973. Diccionario de Lingüística. Alianza Editorial. Madrid.
-
GARCÍA BENAVIDES, Irene Sofía. 2002. Lenguaje de señas entre niños sordos de
padres sordos y oyentes. (Tesis, Lic. UNMSM). Lima.
-
KELLER, Helen. 1940. A história da minha Vida. 2.ª edición. Livraria José
Olympio Editora, Rua do Ouvidor 110, Rio de Janeiro. Traducción al portugués por
J. Espinola.
-
LAMSOM, Mary Swift. 1879. Life and Education of Laura Bridgman, the Deaf,
dumb and Blind Girl. New England Publishing Company. Boston.
-
LENNEBERG, Eric. 1975. Fundamentos biológicos del lenguaje. Edición
castellana, Alianza Editorial. Madrid.
-
PEARE, Catherine Owens. 1963. Helen Keller. Versión castellana de María Jesús
Requejo. Santillana, S. A. de Ediciones. Talleres de Gráficas Díaz. Madrid.
-
PÉREZ PEREIRA, Miguel y CASTRO, Josefa. 1994. El desarrollo psicológico de
los niños ciegos en la primera infancia. Editorial Paidós. Buenos Aires.
-
PINKER, Steven. 1994. El instinto del lenguaje, cómo crea el lenguaje la
mente. Versión castellana de José Manuel Igoa González. Alianza Editorial.
Madrid.
-
ROSA, Alberto y OCHAÍTA, Esperanza. (Compilación). 1993. Psicología de la
ceguera . Alianza Editorial S.A. Madrid.
-
UGARTE RODRÍGUEZ, Filiberto. 2000. Estudio sobre el verbalismo en el habla de
los niños escolares ciegos de 4 a 7 años. (Tesis. Lic. UNMSM). Lima.
ϟ
Filiberto Ugarte Rodríguez - Licenciado en Lingüística
Artículo publicado en la Revista Lengua y Sociedad - Volumen 7 - Nº 2 del
Instituto de Lingüística Aplicada (CILA)
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
Δ
3.Abr.2009
publicado
por
MJA
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